Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
LA ARGENTINA



Comentario

Cómo se despobló el puerto de Buenos Aires, juntándose los Conquistadores en el de la Asunción


Recibido por los capitanes en el Superior Gobierno de esta Provincia a Domingo Martínez de Irala, luego consultó con ellos lo que se debía hacer para la conservación de los españoles que habían quedado en el puerto de Buenos Aires, y en acuerdo fue decretado deliberadamente que atento a la imposibilidad de poderse sustentar aquel puerto entonces, se desamparase, y se recogiese la gente en un cuerpo, donde juntos pudiesen hacer efectos convenientes al bien común de la Provincia y Real servicio. Y pues que el puerto en que al presente se hallaban, era acomodado, viniesen todos a él lo más breve que fuese posible. Lo cual siendo de común acuerdo, se ejecutó, despachando para su complimiento al capitán Diego de Abreu, y al sargento mayor con tres bergantines y algunos bateles para el transporte de la jente que en Buenos Aires había, donde al tiempo que llegaron, la hallaron tan sumamente enflaquecida que se temió perderla toda, porque había más gente en aquella ocasión que sustentarse, con el motivo de los que habían venido de Italia del puerto de Barase, lugar entre Génova y Saona, con empleo de más de 50 mil ducados, con intento de entrar en el Estrecho de Magallanes al Callao, y emplear en los Reyes sus mercaderías; y habiendo embocado por el Estrecho, navegaron hasta avistar el mar del sur, en tiempo que las aguas corrían al del norte, con tanta furia que no pudieron romper, y fueron forzados a retroceder y tomar tierra en aquella costa a hacer aguada, y hallaron ser poblada de gente muy corpulenta y dispuesta; y costeando la tierra hacia el Río de la Plata, determinaron entrar por él, porque sabían que estaban a su costa pobladas los españoles. Venía por capitán de la nao un fulano Panchaldo, que dio nombre a la nao Panchalda. Así mismo otros nobles italianos, como eran Perantonio de Aquino, Tomás Rizo, Bautista Troche, y otros extranjeros, que todos llegaron a este puerto con no pequeño peligro, porque al entrar en el Riachuelo, tocó el navío con un banco que estaba a la entrada, y se abrió con pérdida de gran parte de lo que traían, salvándose toda la gente, la cual con la que existía en el Fuerte, padecieron igual necesidad y penuria; y aunque el socorro de víveres que daban los bergantines, era grande, con la agregación de tanta gente, hicieron el viaje de río arriba con bastante trabajo por la larga navegación, en cuyo medio tuvieron otro socorro enviado por el general, con que pudieron cómodamente llegar al puerto de la Asunción. Así que llegaron se hizo la agregación de unos y otros en forma de República. Situáronse cerca de la casa fuerte, donde se cercaron, y cada uno procuró hacer donde recogerse, cuyo cerco, el general mandó formar de muy buenas maderas con mucho cuidado para defenderse en cualquier acometimiento que los indios hiciesen, proveyéndose de todo lo que convenía al bien común de dicha República, a todo lo cual acudía con su gran prudencia y solicitud en el Gobierno, procurando la paz y buena correspondencia con los naturales de todas aquellas comarcas. Y así vino a poner las cosas en el mejor estado que le fue posible, manteniendo la amistad de los caciques e indios principales del país.